martes, 4 de agosto de 2009

"EL SEXTO ELEMENTO" por Joa Pablo da Costa

El hombre siempre estuvo obsesionado por descubrir la verdad que rodea la existencia humana. La proliferación de creencias metafísicas son ejemplo de la necesidad de evadir el sentido de separabilidad que inunda a la psiquis humana. Sin embargo, para el pensamiento existencial, la realidad se define a partir de las cosas materiales sin importar los electrones giratorios que recorren distancias estelares en la soledad de los átomos. De allí, que tan sólo cinco elementos sean reconocidos como la base material de nuestra existencia: agua, fuego, tierra, aire y éter.

Joa Pablo da Costa, nacido en Portugal en el año 1912, afirmaba que existe un sexto elemento intangible que define la vida del universo en que estamos inmersos: La eternidad.

Tal fundamento se basa en un manuscrito encontrado por él en el mar muerto ubicado entre Israel, Jordania y los Territorios Palestinos. El autor del mismo se desconoce, aunque se cree que pudo ser alguno de los seguidores de Jesucristo que tuvo una revelación del maestro cuando pescaba a orillas de este lago.

Este manuscrito expone que la vida humana es limitada como producto de los miedos a la metamorfosis corporal (vulgarmente conocido como envejecimiento). El texto dice: "El hombre justifica su limitación de vida, y eso obtiene: la muerte".

En la biblia afirma que Adán, al cometer el pecado transgredor, hace que la muerte se trasmita de padre a hijo por la generación carnal. Estos enunciados religiosos trágicos sentaron las bases para esconder el sexto elemento que posee el hombre y generarle así la angustia cósmica del manosprecio del sangriento sudor, de la agonia sobrenatural y del grito de quien murió en la cruz.

A raíz de este descubrimiento, Joa Pablo da Costa revelaría la verdad mediante una composición poética, titulada "EL SEXTO ELEMENTO".



La muerte es un mal

una condena fatal

de una mentira que se estira

desde mucho tiempo atrás.

Sin forma ni tiempo

se transfiere el engaño

la eternidad de los años

es la verdad a ocultar.

Eterno soy, eterno seré

eterno es el té que tomé

y tan mal me cayó

y tan mal descargué.

Yo no sé que tenía el té

pero me mostraron la eternidad

con una gastroenteritis

no pare de cagar.

Allí descubri, con dolor,

el rostro oculto de la eternidad

con el colon dilatado

ni el agua, ni el fuego, ni la tierra, ni el aire

logran conjurarse

para poderlo cerrar.





Increible la revelación, el estilo peculiar del autor para transmitir a través de un acto tan vulgar esta verdad que dá que hablar. Joa Pablo,

lunes, 3 de agosto de 2009

SALOMON ELEAZAR

Salomon Eleazar nació en el año 1920 en Nigeria, en el barrio donde nació el gran poeta Akinwande Oluwole. Según Albert Camus, la dura infancia de Salomon fue determinante en su arte, siendo su única escuela los reiterados conflictos guerrilleros existentes en el lugar. Exiliado al interior de Niger, escribe sus primeros versos (actualmente desaparecidos). Viaja a Sudáfrica en el año 1938, donde conoce en un bar de mala muerte a Perls. Según relatos, el pequeño poeta ayuda a Perls a desarrollar ideas para el libro "El Yo, el hambre y la Agresividad", luego de intensos debates intelectuales.
Luego del éxito alcanzado por Perls con tal publicación, el poeta lo acompaña a New York, Estados Unidos. Sin embargo, esta relación duró poco. Perls se torna un personaje de los medios artísticos e intelectuales que proclamaban la necesidad de expresar los sentimientos de manera directa y aqui y ahora. Las diferencias ideológicas y personales confluyen y determinan la separación de estos dos pensadores contemporáneos.
Salomón vuelve a Africa y retoma la vida bohemia. En 1952, se casa con Malí Yoruba con la cual tiene un hijo llamado Tolomeo. Retorna a la poesía y decide publicar poemas en un revista local. A partir de allí, su nombre comienza a hacer eco entre los círculos intelectuales del país. Sin embargo, el éxito y la fama que merecía nunca llegaron.
Frustrado por no ser reconocido en sus tierras, abandona su familia y decide aislarse al desierto. Allí, redacta sus últimos poemas con la compañia de Jaloki (serpiente de Casa Africana). Su muerte esta rodeada de un velo de misterio que, aún hoy, no se sabe las causas.
Su familia recupera los últimos escritos cuando van a reconocer el cuerpo. Entre algunos de sus poemas más famosos se encuentra "¿Donde estoy?", que he traducido para ustedes para que sientan la esencia y perspectiva del mismo...

¿Donde estoy?

No hay león que gobierne
sobre estas tierras resecas
ni recuerdos que se recuerden
sin lagrimas heridas de arenas

Las vacas gimen de hambre
como los hombres de sueño
el mar de los días atraviesa
de par en par las alas del tiempo.

¿Qué hago clavado en este desierto
me vendieron el pasaje equivocado
en el metro?

El sol hierve en mi cuerpo
la arena arde en mis pies
menos mal que no soy cienpies.

No hay león, no hay recuerdos
no hay metro, no hay pasajeros
¿Donde estoy?
si yo queria estar en New York.

Estoy con una linda serpiente
que juega entre mis piernas
si es venenosa, estoy hasta las tetas.

Y aqui termina el poema trágicamente. Hasta donde se sabe, fue el último escrito del poeta.